domingo, 10 de febrero de 2013

LA BIBLIOTECA DE LOS SUEÑOS

En esta ciudad atribulada todavía pasan cosas hermosas. Hace tan sólo unas semanas Ana María Matute inauguró una nueva biblioteca pública municipal en el distrito de Carabanchel, en Madrid. En la inauguración pronunció palabras de gran belleza y verdad. Por eso quiero reproducirlas aquí:

“Solamente hacer hincapié en lo orgullosa que estoy, en lo contenta y emocionada que estoy de que hayan puesto mi nombre a esta biblioteca. Para mí una biblioteca es como el lugar donde vivir, es el lugar donde yo me siento mejor siempre. Entrar en una biblioteca para mí es eso, encontrarme en mi hogar más mío… Suelen ser luminosas, esta es tremendamente luminosa, pero esa luz, ese sol de invierno que acompaña a las bibliotecas normalmente, no sé por qué, siempre los veo en invierno.
“Yo recuerdo la primera vez que entré en una biblioteca, la emoción que sentí. Era el silencio hecho de palabras, de palabras calladas que nos habían dejado y que nosotros teníamos que conservar como un gran tesoro, como lo mejor que tenían. Yo he pensado a veces que si yo no fuera escritora sería bibliotecaria, me encantaría. Estaría entre mi familia siempre… Ordenar los libros, catalogarlos, mirarlos, acariciarlos, ponerlos algunos al lado de según qué otros. Porque a veces los escritores se odian, sí mucho, pero sus libros no. Es curioso, los libros no se odian. Pueden tener ideas distintas, pueden hablar de cosas completamente diferentes pero no se odian. Podían aprender los escritores de sus hijos-libros bastante.
“Dicho esto, solamente quiero decir que tenemos aquí un patrimonio, el mejor patrimonio que se puede dejar a un pueblo, a unos hijos, esta gran herencia de nuestra lengua, de nuestros escritores, de nuestras ideas, de nuestras palabras en este mundo de papel. Ya sé que el papel se está acabando, pero yo creo que nunca se acabará. El libro en papel todavía tiene su vigencia; el olor, el ruidito de las hojitas la pasar, todo eso no te lo da una tableta. Espero que continúe durante muchos, muchos años. Y de todas maneras si no, pues tendremos tabletas también, y habrá una biblioteca de tabletas o de discos o de lo que sea. Bueno, el caso es que se lea, es que se transmitan palabras, palabras que no por estar encerradas y silenciosas, no dejan de ser grandes e importantes, porque en definitiva, ¿qué son?, ¿qué es una biblioteca? Es el lugar de un sueño y de muchos sueños.”
Horas después, la biblioteca abrió sus sueños a los vecinos de ese barrio de clase trabajadora y pobre, cada día más pobre. Y la biblioteca, desde entonces y cada día, se llena de muchísimos lectores. Allí acuden a leer, a estudiar, a tomar prestados libros, discos, juegos y películas, a consultar en sus ordenadores, a admirar desde sus ventanales el paisaje luminoso del río Manzanares, que hoy está pavorosamente urbanizado pero que un día fue la hermosa pradera de San Isidro que Goya pintó. Quizá allí puedan olvidarse de sus vidas difíciles y soñar que es posible una vida mejor, más hermosa, más cultivada, mejor formada e informada, más delicada y más sensible. Algunos la alcanzarán y conservarán un hermoso recuerdo de aquellos años, de aquellos libros y de aquellos sueños que les hicieron superarse.

3 comentarios:

  1. Como siempre, tienes las palabras adecuadas, en el lugar y momento adecuados tambien... Que gusto da leerte... Y encima citando a Ana Maria Matute, una de mis favoritas. Pienso en ti cada dia, aunque no de señales de vida, tu mensaje del otro dia me emociono profundamente, porque recuerdo ese dia como si hubiese sido ayer..
    Nos vemos este finde?

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  2. Gracias por transcribir las palabras de Matute, me ha encantado leerla o escucharla, que casi casi me ha parecido hacerlo.

    Un abrazo

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  3. Maravillosa entrada.
    Adoro las bibliotecas... Forman parte de mi adolescencia , de mis estudios, de mi trabajo diario.Sigo acudiendo a ellas , no a buscar libros, sino a que ellos me encuentren a mi.
    Hoy puse algo para ti en el correo...

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